Top
Método Kaizen: la regla de 1 minuto para evitar el desorden – Viste tu Casa
fade
3843
post-template-default,single,single-post,postid-3843,single-format-gallery,eltd-core-1.2.1,flow-ver-1.6.3,,eltd-smooth-page-transitions,ajax,eltd-blog-installed,page-template-blog-standard,eltd-header-standard,eltd-fixed-on-scroll,eltd-default-mobile-header,eltd-sticky-up-mobile-header,eltd-dropdown-default,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.5,vc_responsive

Método Kaizen: la regla de 1 minuto para evitar el desorden

Método Kaizen: la regla de 1 minuto para evitar el desorden

Realizar una tarea en poco tiempo y conseguir que se convierta en un hábito a largo plazo. Este es el objetivo central del Método Kaizen, también conocido como “regla del minuto”, una fórmula diseñada por los japoneses que se sustenta sobre la base de la constancia y el esfuerzo y que sería de gran ayuda para tener una casa limpia y ordenada. El término “Kaizen” es una palabra compuesta: “kai” significa cambio y “zen” se traduce como sabiduría. Como resultado, este término puede traducirse como “buenos cambios”. Por eso no es de extrañar que persiga, justamente, una mejora permanente en la vida personal, familiar, social y también laboral.

 

Su funcionamiento es simple y práctico: consiste en repetir a diario durante 60 segundos la misma tarea para conseguir que se transforme en una rutina. Así, con el paso de los días la acción se irá perfeccionando hasta lograr que se convierta en algo rutinario que se realice de forma inconsciente. Un método que destaca por su simplicidad, ​ya que al tener que realizar solo la tarea durante un minuto al día no requiere de mucho esfuerzo y energía.

 

Aunque en sus comienzos el Método Kaizen estaba enfocado al mundo laboral, se ha ido introduciendo en otros ámbitos como en el hogar, particularmente en temas de orden y limpieza. La forma ideal para conseguir mantener una rutina y disfrutar de una casa limpia y ordenada cada día. Algunos ejemplos prácticos: ordenar la cocina cada noche después de comer, limpiar la mampara de la ducha después de cada uso, hacer la cama y doblar el pijama al levantarse… Una serie de tareas que, al realizarlas a diario, pueden terminar convirtiéndose en un hábito.

 

Si te animas a poner este método de orden en práctica, acá algunos tips útiles:

 

Clasificar: es esencial deshacerse de todo aquello que no es necesario. Solo así se podrá descubrir lo que realmente necesitamos en nuestra rutina diaria.

 

Ordenar: para conseguir reducir el tiempo de búsqueda y tener más a mano aquello que necesitamos a diario.

 

Limpiar: hacerlo diariamente evitará que tengas tener que dedicar un día entero a dejar la casa impecable. Con un poco cada día será suficiente para tener siempre la casa limpia.

 

Estandarizar: una vez realizados todos los pasos anteriores, es momento de crear los hábitos.

 

Tener autodisciplina: una vez creado el hábito solo falta ser constante y cumplir con las tareas de manera diaria. ¡Mucho éxito!